Un poco de historia ...
Los licores de frutas derivan históricamente de los preparados que en la Edad Media elaboraban monjes, alquimistas y químicos con distintos tipo de hierbas medicinales, frutas y otros elementos con fines curativos, afrodisíacos o incluso mágicos. Dado el fuerte sabor de los licores de frutas, su considerable graduación alcohólica no era percibida y con ello se abusaba de su consumo. Esto provocaba lograr propósitos de muy distinta índole, de ahí las propiedades mágicas o de pócimas que se les atribuían.
